EL NÓMADA

a Gonzalo Parreño,
con el calor, el cariño,
y el aliento de su madre
en un adiós sin final.

Tu alma
errante por espacios siderales,
escucha...
el libre trino de los pájaros
y conjugan con tu voz,
los cantos de la alegría.

Tú...
llegaste a sufrir
cundo el miedo te llegó,
luchando...
con el amor hacia ti y a los demás,
lleno como estabas de felicidad...
liberándote del miedo
o con carencias de amor.

Tu amor moverá el mundo...
tu amor moverá la vida...
y llegaste a perdonar
para compartir esa felicidad
con el perdón de ti mismo,
liberándonos así...
de las cadenas del resentimiento.

Tu amor...
está unido al Universo
y a todos los seres...
por ello mueves el mundo.

Tú...diste amor
porque recibiste amor
del manantial de la vida...
de los pechos de tu madre
y del amor de tu hermano,
siendo chispa de arrebato
cuando tu corazón encendió
dándole felicidad
al corazón de los tuyos.

Te amaste y por ello...
diste amor sin egoísmo.
Tú eres paz...
porque fuiste amor liberado,
porque todo lo que existe,
como dijo Buda....depende de lo demás.

Fuiste gozo, plenitud, y fuiste dicha,
y tu madre cuando piensa y pide ayuda
deja que se manifieste en un solo pensamiento
¡No sé nada! Y vuelve a pensar diciendo:
Fuiste amor...
y nos dejaste tu luz..
y nos dejaste tu paz...
y también tu plenitud
y siempre... tu eternidad.