Veía una cometa...
sube que sube... subía
y yo con mis alas
no me contuve,
subí tan alto, alto que alto,
que llegué al cielo...
de sobresalto
y vi a un poeta
sin etiqueta,
jugando a palabras
con las estrellas.
El poeta rumiaba
con todas ellas
camelando a una musa
algo difusa.
Mientras unos cisnes blancos
volaban con violetas
para adornar unos bancos
llenos de almendras...
Y el poeta al verme
sutilmente gritó:
¡Estoy aquí!
Ven y conmigo duerme
... duerme, durmiendo
cerca en la fuente
que derrama las aguas
y es perdurable.
Y me enseñó a ser poeta
de la flor y la palabra
y también de la alegría,
¡Amo la vida!
Mas vi venir a las magas
del rojo planeta Marte
y también al condestable,
traían el alma de un ojo
como puente muy largo
de unas ramas de hinojo
y con la cara de nardo.
Y el poeta del poeta, comentó:
desde aquí veo muy lejos,
lejos, que lejos, lejanos
unos montes coronados
llenos de nubes, nublados
y está jugando... un cangrejo
con pequeños leopardos...
¡Ya veo no me lo jures!
¡Hay que ver con que astucía!
Eataran locos,
Locos, que locos, locuaces,
Leopardos azules
y cangrejos rojos
¡Vaya intensa disciplina!
Y el poeta susurró:
cálido abrigo es el fuego
en el invierno...
como el aliento caliente
que luego se vuelve gélido
de amor de hielo.
Y cuando ya se cansó
y decidió regresar
la luna lo desposó
y con su sueño jugó
y empezó a palabrear
sobre un lugar abismal.
Y vino la margarita
¡Que bonita florecilla!
¡Santa Rita!¡Santa Rita!
Que venga la bienvestida
con sus tacones de artista
desgarrará el corazón,
le hará temblar y llorar
y le daré la razón
a lo que quiero lograr.
¡La vida y yo!
¡Yo y la vida!
Con mi vida juego yo.
Esa es la cuestión,
estaré fascinante
fruto de mi sinrazón.
Y ya todo terminó
y como poeta gorrión
con mis alas adelante
dejé al sutil poeta
con palabras sin rencor.
martes, 11 de octubre de 2011
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Siendo lo que denominas poesía del absurdo, me gusta, le encuentro un algo de magia que me atrae.
ResponderEliminarLas incoherencias, por veces, también poseen su encanto.
Un gran abrazo